EL LODGE
Un lugar para inspirarse, relajarse y explorar la esencia de la naturaleza. En este remoto rincón de Argentina, todo invita a reconectarse con la tierra, a probar, oler, escuchar y sentir en un entorno natural.
El Lodge cuenta con cuatro cabañas de lujo, rodeadas de naturaleza, con increíbles vistas al arroyo Paraíso y a la inmensidad de la Reserva de Biósfera Yabotí.
Todas las cabañas cuentan con decks, calefacción, ventilador, secador de cabello y amenities naturales, y son ideales para descansar y relajarse.
Rodeadas de árboles centenarios, orquídeas, aves y mariposas, las cabañas se funden con la exuberancia de la naturaleza que las circunda.
Alejadas de todo, son especiales para relajarse y disfrutar de descansos reparadores.

Nuestra
historia
Hoy como Reserva Natural Margay, ayer Don Enrique Lodge
El Lodge es el resultado de un sueño y de un proyecto de vida, potenciados entre sí.
Un sueño de un fotógrafo, Gustavo, que lo llevó allá por el año 2003 a El Soberbio, por entonces totalmente desconocido, para hacer una nota para una revista dedicada al turismo y quedó instantáneamente enamorado de esa selva misteriosa e imponente. La necesidad de hacer lo imposible por preservar, aunque fuera una pequeña parte de esa maravilla, lo llevó a idear este emprendimiento. Su trabajo, y su proyecto de familia, lo ubicaban en Buenos Aires y era claro que el sueño no se realizaría a la distancia.
Allí entraron en escena Bachi y Daniel (madre de Gustavo y su marido) de espíritus aventureros, amantes de lo natural y en la búsqueda de un cambio radical en sus vidas: vivir lejos del ruido y los afanes de la gran ciudad y en contacto directo con la naturaleza.
Así fue como, en junio de 2004, se mudaron a construir el Lodge, de San Isidro, en Buenos Aires, a la selva, con cincuenta y pico de años, y se instalaron en la diminuta casita que existía en la chacra.
Ya todo estaba en marcha, y había que elegir un nombre. El padre de Gustavo, Enrique, fallecido en el año 1995 siempre había tenido la ilusión de un emprendimiento turístico para atenderlo junto a su familia. Así que, darle su nombre, surgió como algo natural.
En las vacaciones de invierno de 2005, inauguraron Don Enrique Lodge, con el House y tres cabañas: la Del Remanso, La Soleada y La Escondida. El Sosiego fue construida e inaugurada más adelante, en 2012.
Cuando los muebles iban tomando su lugar en el House, supieron que ese no sería simplemente un Lodge, sino que sería su casa. El tiempo lo confirmó. Sus hijos y sus nietos disfrutaron y crecieron visitándolos. Dieron allí sus primeros pasos, aprendieron a nadar en el arroyo, y a amar la selva.
Y como su “casa” estaba en un lugar muy distinto, muy particular y mágico, se propusieron transmitir a sus “invitados” parte de lo que los enamoró a ellos.
Hoy, quienes llevamos adelante Margay, tenemos un compromiso ineludible con la protección de la majestuosa naturaleza en la cual estamos inmersos, con la implementación de nuevas ideas para regenerar esta porción de Selva Paranaense que nos rodea, y con el apoyo a las culturas que encuentran en este lugar el último refugio posible para la preservación de sus tradiciones.
Es nuestra misión que todos aquellos que nos visiten se sientan como en casa, atendidos por amigos, y vivan una auténtica experiencia en todo sentido, que se desconecten de la rutina y re-conecten con la naturaleza, y que disfruten de cada minuto que vivan en este lugar. Con todo nuestro amor por la selva, hacia allí vamos.